¿Cuáles son las averías más comunes? ¡Vamos a verlas!.
Existen muchos tipos de averías en nuestros compresores de aire comprimido.
Una de las averías más comunes es cuando nuestro equipo tarda mucho en cargar.
La compresión del tanque es muy lenta y además del ruido propio del trabajo del motor.
Escuchamos un leve siseo adicional a la marcha, esto significa que hay una fuga de aire.
La mayoría de las veces la fuga se presenta en la tubería, en la entrada del tubito delgado de retorno hacia el presostato.
¿Por qué pasa esto?
Muy sencillo, esto ocurre porque no está sellada de forma correcta la válvula anti retorno.
Recordemos que la válvula anti retorno tiene como objeto cerrar por completo un fluido en circulación que puede ser gaseoso o liquido y también puede diseminarse en un sentido y dejar paso libre en el contrario.
¿Qué debemos hacer?
Lo primero que vamos hacer es desmontar la válvula anti retorno, retirando el tapón.
Tenemos que tener en cuenta que en modelos más antiguos con más de diez años, algunos tapones de las válvulas no venían en pack sino pegados al vacío.
Entonces si mi equipo es de entre los años 2.000 – 2.010 y no observo que el tapón disponga de la correspondiente junta de estanquidad.
Lo caliento con una pistola de aire caliente o un secador industrial alrededor de diez segundos.
Porque el cuerpo principal de la válvula aunque parezca robusta es en realidad de esamac o calamina y no permite importante aportes de calor.
A continuación con la llave inglesa de 9 mm o 3/4 simplemente retiramos el tapón.
En los modelos más recientes vienen vienen con una junta elástica con lo cual no habría la necesidad de calentar el tapón.
Al destaparlo oiremos el siseo, esto nos indica que existe todavía presión de aire dentro del tanque.
Entonces procedemos a abrir la llave y a extraerlo.
¿Qué observamos al retirar el tapón?
Quitamos el resorte con el tapón, observamos que el resorte de compresión es cónico y es importante para el montaje.
Si vemos que el caucho tiene una marca muy profunda.
Lo que debemos hacer a continuación es asentar la pieza sobre un vidrio y papel de lija y vamos a raspar hasta que ese surco básicamente desaparezca.
Lo haremos en un solo sentido (ejem. de arriba a abajo) dos o tres veces y rotamos en el sentido de las agujas de reloj para que el desgaste sea parejo.
Al finalizar untaremos en el caucho grasa o grasa siliconada.
Hay quien prefiere la siliconada porque es un producto más refinado.
Y aunque es un derivado del petróleo también correremos menos riesgo de que se altere la goma de la junta de estanqueidad.
Ya que puede ser atacada por los productos derivados del petróleo,
Posteriormente simplemente ensamblamos el tapón de nuevo.
Cuando lleguemos al tope y la tuerca se ajuste no debemos forzarla demasiado porque se puede vencer la rosca.
Otra de las averías más comunes:
Se trata de que el compresor cargue demasiado rápido y en el momento de su utilización nos damos cuenta de que no tiene capacidad de aire.
En otras palabras, que nos da la sensación como de que el tanque estuviera vacío.
¿Qué es lo que puede estar sucediendo?
La mayoría de usuarios de equipos compresores olvidamos que hay que drenarlos.
Debido a que por un cambio térmico se genera humedad en el interior del tanque.
Lo cuál va causando que el interior del tanque pierda capacidad puesto que hay una acumulación de fluidos.
Lo primero que vamos hacer es:
Extraer el aire completamente y a continuación vamos a drenar por la válvula de purga que la vamos a encontrar en la parte inferior del tanque del compresor.
Vamos a ir observando la cantidad de liquido que va saliendo.
Toda esta agua que se va acumulando en el interior del tanque.
Le hace perder volumen y además nos contamina las tuberías, las mangueras, las pistolas, la pintura con la que estemos trabajando etc…
Inclinaremos un poco nuestro compresor para ayudar a que termine de vaciarse y así dejamos nuestro equipo listo y drenado para su posterior uso.
Otra de las averías más comunes es:
Cuando el compresor no enciende y ocasionalmente cuando lo hace a los 10 segundos de encendido.
Se vuelve a apagar y nos obliga a tener que esperar un rato para que vuelva a funcionar.
¿Qué es lo que sucede?
La mayoría de los compresores compactos tienen en el interior de su motor un relé térmico, y en los modelos nuevos de diferentes marcas.
El relé térmico se encuentra en el interior de la caperuza.
Entonces lo que vamos hacer es quitar los tornillos que lo aseguran.
Quitamos también el filtro de aire y nos vamos a encontrar el relé térmico, por último pulsamos el botón o disparador que puede ser rojo o negro.
¿Por qué se dispara el relé térmico?
Puede ser por varios motivos, desde que este frenado el motor, un cortocircuito interno, o que tenga los rodamientos gastados y el motor en su rotor se esta arrastrando.
Lo más normal es sea por un tema de extensiones eléctricas.
Tenemos que recordar que este tipo de equipos compresores compactos consume alrededor de 15 a 18 amperios pero en el arranque exige hasta 25 amperios.
Vamos a acceder al relé térmico sin necesidad de quitar la coraza, y simplemente oprimo el botón o disparador (recordemos que lo podemos encontrar rojo o negro).
Si con esto volvemos a tener el mismo problema entonces tendremos que volver a revisar el equipo porque se podría llegar a quemar el relé térmico.
¿Qué hacemos?
Simplemente quitamos la coraza, quito la tuerca, extraigo el protector, saco los terminales de seguridad, quito el antiguo relé térmico y lo remplazo por uno nuevo evitando así que se queme.
Debemos antes comprobar los amperios, de 2 a 3.5 caballos son de 15 a 25 amperios, hay que ponerlos siempre de su misma medida.
Está totalmente prohibido coger los dos cables de los terminales de seguridad y empalmarlos porque podría crear problemas adicionales.
Por último todos los equipos compresores disponen de un tapón, éste es el que realiza la respiración del equipo.
Cuando el cilindro baja, el pistón produce una compresión en el descenso y esa compresión tiene que ser expulsada y por supuesto tener por donde salir, porque de lo contrario estallaría la tapa del cárter.
Estos tapones tienen un orificio en la parte central y algunos vienen enroscados y otros a presión.
¿Qué debemos hacer?
Debemos por lo menos una vez al mes, quitar el tapón, desarmarlo y sacar los componentes internos, vamos a ver el orden:
- Tapón.
- Pequeña canica de cristal.
- Cubierta con 3 orificios (que retienen el aceite).
- La tapa, que en su interior nos encontramos una esponja (La esponja ayuda a que respire y evita que el aceite se salga por la parte superior).
Cuando una de estas partes se obstruye, por ejemplo la esponja se contamina y no deja pasar el aire.
O cuando la sobrecubierta se le obstruyen cualquiera de sus 3 orificios lo que sucede es que se forma una compresión y expulsa el tapón hacia fuera y el aceite contaminado mancha el exterior.
¿Una solución?
Limpiarlo y retirar el tapón asiduamente, por ejemplo una vez al mes.
Una de las señales es que el equipo va sudar mucho y a manchar de aceite, eso nos indica que el tapón necesita ser limpiado.
Recordar que cuando cambiamos el aceite y se pone demasiada cantidad también podemos encontrarnos una fuga leve de aceite.
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